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Para elegir un colchón de espuma viscoelástica, debes fijarte primero en los dos siguientes elementos:

• La densidad del colchón: el confort de tu colchón dependerá directamente de su densidad. Cuanto mayor sea la densidad, más cómodo y duradero será el colchón.
  Por el contrario, si la densidad es baja, el colchón soportará menos el peso y la sujeción será limitada. Por lo general, para disfrutar de un máximo confort, se recomienda elegir un colchón de alta densidad.
• La altura del colchón: en un colchón de espuma viscoelástica, el grosor de la capa de viscoelástica (no la altura total del colchón) es fundamental. Es esta capa la que va a adaptarse por completo a tu morfología y te permitirá aliviar significativamente los puntos de presión.
  Además, esta espuma es sensible al calor y se adapta a los cambios térmicos de tu cuerpo para conservar una temperatura ambiente de 20° evitando así la transpiración nocturna. Cuanto más gruesa sea la espuma, mejor será el colchón. El grosor de esta capa debe ser de al menos 3 cm.